LOVE, PEACE AND SOUL

Cuando Don Cornelius, gurú del programa televisivo que ha marcado época en las conciencias musicales afroamericanas(Soul Train), nos despedía con esta positiva declaración de intenciones, se establecía como predicador de todo un movimiento que tenía la capacidad de trascender lo meramente musical. Este movimiento, sea llamado soul o como cualquiera de sus cercanos hermanos estilísticos( véase funk, jazz o gospel ), tenía la capacidad de elevar las almas de aquellos hechizados con sus conjuros a estadios raramente experimentados por los hombres. Y más allá de su deliciosa espiritualidad encontró el camino para las reivindicaciones sociales y políticas de la castigada sociedad afroamericana de una forma positiva y altamente creativa. Gente como Gill Scott Heron abrió una senda de fuerte compromiso social de la que luego serían testigo los representantes de la llamada Old School, como Afrika Bambataa, Grand Master Flash o los controvertidos Public Enemy.

Pero dentro de las cualidades del soul resalta la capacidad para conmover y al mismo tiempo agitar las mentes, ser portador de un mensaje crítico, coherente, que ensalza el amor como motor del ser humano y lo invita a perderse en su embriagador universo. A pesar de haber nacido y haberse reproducido en el seno de la sociedad afroamericana, (habría que preguntarse por la capacidad para interpretar semejante fenómeno por parte de la conservadora sociedad blanca americana de la época) esta música, como posteriormente se ha demostrado, ha conseguido trascender todas las barreras raciales. En este mundo diseñado por los "hermanos del soul" no cabe lugar para la guerra, la injusticia social o la discriminación racial.

Dentro del alterado mundo actual en el que una minoría vive en un estado de bienestar mientras la gran parte del mundo agoniza bajo el látigo del hambre, la pobreza o el terror de la guerra, sería muy útil ver renacer un espíritu crítico y creativo semejante al que nuestros soul men nos brindaban. Pero como dice un dicho popular, siempre se van los mejores y en este caso solo nos queda evocar la nostalgia, con el sonido de un plástico friéndose en nuestro tocadiscos.

Mientras, nos hace ilusión soñar......... Marvin for president.